Ucrania y nuestra aportación
El trabajo del fotoperiodista mexicano Cristopher Rogel y los jóvenes músicos rusos que dicen "no" a la guerra de Putin
Imágenes de la guerra
Hola a todos nuestros lectores donde quiera que estén. Esta newsletter la dedicaremos a la guerra en Ucrania desde dos ángulos, el del ejercicio periodístico y el de la música.
Para nadie es un secreto que la invasión rusa del territorio ucraniano, que comenzó la mañana del 24 de febrero, tomó desprevenidos a muchos medios. Francamente, no vimos venir la guerra tan pronto.
Aún así, a los pocos días de que los tanques rusos penetraron la frontera de Ucrania -y con ello el derecho internacional-, ya eran 2,000 los periodistas reporteando en aquel país. A finales de marzo, la organización no gubernamental griega iMedD estimó esa cifra entre 3,000 y 3,500.
“La invasión rusa de Ucrania - constató el iMedD- constituye el primer conflicto militar con tal concentración de periodistas sobre el terreno”.
Ese mismo estudio -en consonancia con otras organizaciones- refiere que muchos de esos periodistas son “inexperimentados” en coberturas de conflictos armados y tardaron en cumplir con las garantías de seguridad requerida por las autoridades militares ucranianas para poder acceder al país con una acreditación de prensa.
“Ello -abunda la ONG griega- prueba que los periodistas ejercen sus funciones en condiciones precarias, las cuales pueden tener consecuencias fatales”.
👉 En nuestro primer número de Corresponsal, publicado el 10 de marzo, abordé justamente ese tema, el de la seguridad de los corresponsales en Ucrania. Aquí puedes leerlo por si te lo perdiste.
Desafortunadamente, desde entonces y hasta el pasado 12 de abril, la Unión Nacional de Periodistas de Ucrania ha registrado la muerte de 20 periodistas y técnicos a causa de bombardeos o disparos del ejército ruso. La mayoría de los colegas caídos son ucranianos, pero igualmente hay algunos extranjeros como el estadunidense Brent Renaud, el lituano Mantas Kvedaraviçius, el camarógrafo irlandés Pierre Zakrzewski o la rusa Oksana Baulina.
Evidentemente, el grueso de los informadores que están dentro de Ucrania son europeos, enviados por sus medios o que hacen su trabajo de manera freelance. Pero hasta allá también han llegado algunos fotoperiodistas mexicanos, casi todos con sus propios recursos y sin el respaldo financiero de algún periódico, agencia o publicación nacional.
👉 Aquí puedes leer un texto que acerca de ellos escribió Ulises Castellanos, en el que toca esa falta de interés de los medios mexicanos por recoger su trabajo.
En Underground Periodismo Internacional queremos, precisamente, destacar el periodismo mexicano en el extranjero -es nuestra naturaleza-, por lo que decidimos publicar el trabajo de uno de esos fotoperiodistas, Cristopher Rogel.
Él, junto con el reportero Roger Vela (también mexicano), ya había estado en 2019 en la región ucraniana del Donbás, desde entonces en conflicto armado con las fuerzas separatistas sostenidas por el Kremlin. De ellos publicamos en enero de 2021 la historia de un pueblecito, localizado en la línea de fuego, en el que sólo quedaban personas de edad avanzada que no habían huido de la guerra. Si no lo has leído todavía, lo puedes hacer 👉en esta liga.
Como decía, en Underground hemos presentado hasta ahora un par de trabajos fotográficos de Rogel sobre la guerra en Ucrania. Este material fue adquirido en parte con las donaciones que nos han hecho nuestros lectores, a quienes agradecemos su compromiso con el periodismo independiente que hacemos. Su aportación permite que este tipo de contenidos exclusivos puedan ser gratuitos🙏 .
El 7 de abril publicamos una serie de fotografías que tomó el fotoperiodista mexicano en lugares atacados por las fuerzas invasoras: Bucha, Chernígov, Irpin, Leópolis y el aeropuerto de Gostómel. Lo titulamos Ucrania: las imágenes de la guerra.
“Lo que he visto aquí es desolador. Me sorprende la capacidad destructiva que tiene la humanidad”, relata Rogel en ese trabajo.
👉 Ve aquí la fotogalería.
El 15 de abril publicamos otra selección fotográfica, esta vez del departamento en Kiev del que tuvo que salir huyendo el mexicano Juan Pablo Elizalde y su familia ucraniana. Esas imágenes acompañan la entrevista que desde Berlín realizó Yetlaneci Alcaraz a ese músico veracruzano, quien se encuentra actualmente refugiado y trabajando en Varsovia, la capital polaca. 📌 Te dejo aquí el link de tal trabajo periodístico.
🎧La invitación también está abierta para que escuches nuestro más reciente podcast, en el que a dúo con mi colega Yetlaneci Alcaraz conversamos con Rogel y otros dos mexicanos, David Peinado y Eduardo Quiros, que en equipo están documentando historias de esa guerra. No te lo pierdas👇:
📷Pero hay más. Rogel preparó la siguiente serie de instantáneas para los suscriptores de Corresponsal.
En ella narra a través de su lente una historia de solidaridad, como las que abundan en estos tiempos tristes en Ucrania: es la de una pizzería en la ciudad de Chernígov (en la periferia de Kiev) que puso a disposición de la comunidad su infraestructura para distribuir comida y agua a miles de pobladores que han estado expuestos a los bombardeos enemigos. La pizzería es propiedad de dos jóvenes empresarios: Igor y Oleg Bibikov (a quien vemos en la última foto es el primero). Alrededor de ese pequeño comercio y para enfrentar la adversidad hombro con hombro, los vecinos se han organizado: mientras 30 de ellos preparan alimentos, otros 70 ayudan a rayar el queso, cargar los sacos de harina, llenar las bolsas, manejar las camionetas y repartir la ayuda a diferentes puntos. Los hermanos Bibikov, que viven en un búnker que han improvisado debajo de la pizzería, trabajan día y noche. Y no han parado a pesar del cansancio y el estrés.
Cristopher Rogel se encontraba hasta este 20 de abril en Járkiv, la segunda ciudad más grande del país ubicada al este de Ucrania. Járkiv es la capital de la provincia del mismo nombre, limítrofe con las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk, y por tanto un objetivo de los misiles rusos que caen desde hace días como parte de la ofensiva del Kremlin en el flanco oriental.
Rap y rock ruso contra la guerra de Putin
¿Recuerdan a las jóvenes punks rusas que saltaron a la fama internacional con una acción de protesta en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú? El video en el que aparecen con capuchas de colores, despotricando contra Vladimir Putin y la iglesia ortodoxa rusa mientras son perseguidas por agentes de seguridad dio la vuelta al mundo.
Las Pussy Riot se convirtieron en un ícono del feminismo, la lucha por los derechos sexuales, la libertad de expresión y la democracia en Rusia.
Ese colectivo de arte político fue sometido a una dura vigilancia del Estado ruso y tres de sus integrantes fueron detenidas y condenadas tras un juicio absurdo por “vandalismo motivado en el odio religioso”. María Aliójina y Nadezhda Tolokónnikova pasaron 21 meses en un campo de trabajo en condiciones indignantes, que exhibieron desde entonces en Occidente la creciente intolerancia que ya existía contra el mínimo cuestionamiento por parte del gobierno de Putin (👉Aquí puedes leer una reseña que escribí del libro “Días de insurrección”, donde María Aliójina relata su experiencia en prisión).
El 12 de febrero pasado aquel episodio cumplió una década de haber ocurrido. En ese tiempo ha surgido una nueva generación de voces rebeldes en Rusia que protestan contra un régimen cada vez más autoritario. Como es de esperarse, esta juventud post-soviética que rechaza el histórico expansionismo ruso se ha manifestado sin medias tintas contra el ataque militar de su país a Ucrania. Como está sucediendo con periodistas, académicos, científicos y activistas, también muchos músicos de rock y rap se han visto forzados a exiliarse en otros países por falta de libertad creativa y miedo a la censura y la represión.
Con base en la información del documental Artistas rusos contra la guerra, que transmitió el pasado primero de abrilel programa Tracks de la cadena franco-alemana ARTE, enseguida te presento algunos de ellos, que quizás no conozcas todavía.
MORGENSHTERN es un rapero de 24 años que desde finales del año pasado vive en Dubai. Es una celebridad en redes sociales y en 2021 fue el artista ruso más escuchado en Spotify.
El 13 de marzo pasado estrenó el video de su canción “12”, que lleva casi 15 millones de vistas en su cuenta de YouTube. Al final de éste, aparece su productor, el ucraniano Vladislav Palagin, quien le hace escuchar un mensaje telefónico de su madre (la de Palagin) desde Ucrania:
“Hijo mío, el tejado quedo prácticamente arrasado. Al principio queríamos huir, pero después volvimos a casa. Ahora vivimos en el sótano, que convertimos en un búnker. Pero todo está bien, no te preocupes, hijo”.
IC3PEAK es un famoso dueto de art-pop crítico del Kremlin, por lo que han sido incluso arrestados por la policía durante sus conciertos. Sus letras ridiculizan la glorificación militar del régimen y denuncian las violaciones a los derechos humanos.
La cantante, Nastya Kreslina, señala:
“Intenté cambiar algo en el país mediante el arte y mis declaraciones, pero no dio resultado. Y claro que me siento culpable; me siento responsable, como muchos rusos. Pero no quiero que nos devoren esos sentimientos de culpa. Ahora, sin embargo, sólo queda la propaganda. Todos los medios de comunicación independientes están cerrados (en Rusia)”.
“Si muchos rusos fueran conscientes de lo que realmente ocurre, nadie apoyaría esta locura bélica. Debemos mostrarle al mundo que no somos él (Putin). Que nos adherimos a los valores fundamentales y que no queremos la guerra”.
Nastya y Nick Kostylev, el otro miembro del dueto, decidieron escapar del país antes del lanzamiento, el 18 de marzo pasado, del video de su tema Dead but pretty, por el que muy probablemente hubieran sido detenidos dado el contenido tan explosivo -e ilegal- desde la perspectiva, claro, de unas autoridades tan conservadoras y autoritarias como las rusas. El video registra más de cuatro millones de vistas en YouTube.
OXXXYMIRON, de 37 años, es uno de los raperos contestatarios más veteranos y conocidos de Rusia y Ucrania. En señal de protesta por la invasión rusa canceló la gira por su país y se fue a vivir al extranjero. En sus conciertos por Europa, titulados “Rusos contra la guerra”, el rapero recauda fondos para los refugiados ucranianos.
En su cuenta de Instagram escribió:
“Debido a la censura, a la gente en Rusia cada vez le cuesta más expresar sus opiniones sobre la guerra. Así que recaudar donaciones es una forma de alzar la voz”.
El siguiente video fue tomado en una presentación en Kiev en 2016.
Ivan Dryomin, mejor conocido como FACE, es a sus 25 años una de las voces más poderosas de la nueva ola de raperos que se resisten a callar y obedecer y que, en cambio, suele parodiar en sus videos y canciones la “grandeza rusa”.
Face condenó también la invasión a Ucrania, bautizó a su gira Amor contra la Guerra y, a mediados de marzo, anunció que se había instalado fuera de Rusia.
“Pido perdón al pueblo ucraniano por todo el sufrimiento que les inflige nuestro país”, escribió en un mensaje de Instagram.
Un fragmento de su canción Humorista dice:
Mi padre es un agente de la KGB y mi madre tiene una metralleta.
Mis hijos son soldados de los escuadrones de la muerte
y mis hermanos son guardianes de nuestras regiones oscuras.
Si Santa Clos fuera ruso traería la guerra.
Oro en la muñeca, soy humorista
Cuento un chiste equivocado y termino en la lista negra
El Estado me condena aunque sea inocente
El cielo es para los aviones y la censura para el artista
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