"Dejar o no dejar Alemania..."
Nunca imaginé queridas lectoras y lectores de Corresponsal que alguna vez volvería a escuchar la frase que da título a este post y que inevitablemente nos remonta a tiempos horrendos de la historia.
Me explico mejor: hace 92 años cuando los nacionalsocialistas, liderados por Adolfo Hitler, llegaron al poder en Alemania y comenzaron a imponer la dictadura nazi (en donde nadie que no cumpliera los estándares de “pureza aria” era bien visto) pocos, muy pocos, vislumbraron el peligro de aquello. Tras la abierta persecución, hostigamiento y exterminio de judíos, sinti roma, homosexuales, discapacitados y enemigos políticos que vino sólo un par de años después tristemente la mayoría de los sobrevivientes fueron los que se fueron.
A más de nueve décadas de aquello hoy la sombra del racismo y xenofobia de la extrema derecha se cierne, de nuevo, en ciertas esquinas de este país. El mes de septiembre de 2024 será recordado durante mucho tiempo como la fecha en la que a los alemanes (y a los extranjeros que vivimos aquí también) les quedó claro que el fascismo representado en este país por el partido político Alternativa para Alemania (AfD) no se reduce a un puñado de locos… no al menos en el este del país.
Para quienes no lo saben, resulta que en septiembre hubo elecciones regionales en tres de los 16 estados federados que integran el país: Brandenburgo, Sajonia y Turingia. En los tres la votación por AfD superó cualquier expectativa. En Sajonia y Brandenburgo se posicionaron como la segunda fuerza política a sólo un punto porcentual de distancia de los “ganadores” y en Turingia se consolidaron como la primera fuerza política dejando fuera del parlamento a los Verdes y a los Liberales, quienes a nivel federal gobiernan el país en coalición con el partido socialista del canciller Olaf Scholz. El escenario pues -en el que los partidos tradicionales carecen de mayorías cómodas- hace que la formación de gobierno sea demasiado compleja y difícil. Si bien, nadie hará coalición con la AfD para que éstos lleguen al gobierno, partidos incompatibles entre ellos tendrían que coaligar y asumir acuerdos impensables en otros tiempos…todo en aras de mantener a raya a los ultraderechistas. La pregunta es ¿por cuánto tiempo?
Volviendo al inicio de este post. Quiero aclarar que lo último que pretendo ser es alarmista o amarillista pero muchos en este país vemos pasmados lo que está sucediendo y cómo la marea azul de los modernos extremistas de derecha (azul es el color que identifica al AfD así como el café fue el que identificó a los nazis) sube lentamente.
Debo aclarar, eso sí, que yo vivo en Berlín, un pequeño oasis de apertura y tolerancia. Pero ¿cómo es vivir rodeado de votantes de AfD? Este documental de la televisión pública alemana (Gran temor-¿el futuro en Alemania del este?- desgraciadamente sólo en alemán) me impresionó pues aborda lo difícil que es para los propios alemanes integrantes de organizaciones civiles comprometidas con la democracia combatir la violencia y ataques de grupos de extrema derecha; plantea también cómo los empresarios quienes de manera consciente han apostado por invertir en el este del país ven con preocupación el futuro de sus proyectos por el hecho de que sus empleados extranjeros no puedan o quieran vivir en esta zona del país; y también muestra a aquellos jóvenes quienes han decidido mudarse de estos estados ante el avance de la extrema derecha.
También me di a la tarea de preguntar directamente a alguien que radica ahí cómo es el pulso de la vida.
David Espinosa Angel es un bailarín mexicano, de Guanajuato, que vive desde hace 12 años en Alemania. Hace ya 9 años y gracias a un contrato de trabajo con una compañía de danza se mudó a Dresden, la capital de Sajonia.
De personalidad abierta y extrovertida, David tienen decenas de anécdotas de la hostilidad que como extranjero le ha tocado vivir, algunas incluso claramente racistas. Como cuando en el transporte de la ciudad los controladores de boletos llegan con frecuencia directamente a él pidiendo su identificación al ser confundido con un extranjero. O cómo cuando un hombre lo agredió físicamente dentro de un tren regional sólo por no ir sentado como “tendría que ser correcto” o sobre la gran cantidad de comentarios denigrantes de clientes en su trabajo y/o la indiferencia de la gente cuando alguien es agredido en la calle.
Le pregunto en la larga conversación que tuvimos si ese ambiente hostil se ha incrementado en los años recientes y sin duda es así. Además de los microrracismos del día a día -que incluso niños pequeños reproducen sin conciencia pero a manera de repetición de lo que ven en sus casas- es claro que hay zonas en las que él sabe que no debe ir.
“Hay zonas en las que yo sé que no debo meterme si no quiero tener problemas. Hay zonas donde se sienten las miradas. He conocido de gente que ha sido insultada, empujada en la calle, así nada más porque sí. Casos en el transporte público en donde la gente se levanta si llegas a sentarte junto a ellos”, me dice.
Pero el carácter perspicaz y fuerte de David le han ayudado a saber defenderse y desactivar a las persona que buscan ofenderlo. Y por supuesto que a pesar de todo no ha pasado por su cabeza -aún- la idea de dejar la ciudad y menos el país por estos episodios.
El único consejo que puedo dar -me dice- es aprender el idioma para poder enfrentar estas situaciones y poder defenderse.
Y sí.
Lo inquietante de todo esto -y tendría que ser tema de otro post- es la cantidad de votantes jóvenes, muy jóvenes, que están empoderando a AfD en esta parte del país. Las redes sociales, específicamente Tik Tok, han sido determinantes para llegar a cooptar a la juventud alemana con mensajes atractivos.
Si el tema les interesa, les dejo acá el link en español de una investigación alemana que puso al descubierto los siniestros planes de la extrema derecha en este país y de la AfD. Plan secreto contra Alemania, se llama el trabajo y en Underground Periodismo lo tradujimos al español para ustedes, nuestros lectores.
Antes de despedirme, quiero compartirles que hemos comenzado a trabajar en una versión en inglés de nuestro podcast Sobrevivir a la violencia. Terminamos ya el primer episodio y pueden compartirlo desde ya con amigos y conocidos que no hablen o entiendan español. Acá se los dejo 👇🏼
Nos leemos de nuevo en unas semanas.
Yetlaneci Alcaraz, desde Berlín.
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